dimecres, 12 de juny del 2019

Mi musa.

Os voy hablar de ella, de su fuerza y de sus metas.
Quiero hablar de la chica que no sueña si no es a lo grande, que no hace si no es arriesgado y por la que no vivo si no es amando (la).

Ella es de atraer todas las miradas, todas las sonrisas y todas las lágrimas. Es un puto imán de almas rotas que vagan por las calles buscando algún tipo de refugio o amor.
La chica que nunca pasa desapercibida -sin hablar de apariencias- es la misma que mide el tiempo en distancia y cree que la lluvia son oportunidades perdidas.
Piensa que las miradas son atraídas por miradas,  por eso de ser tan sincera; y los puñales por ideales, que ya sabe mucho de ese tema.

Os estoy hablando de una chica romántica que piensa que un colegio es bonito de noche solo porque no hay nadie que lo repudie. Y le aterroriza saber que nadie se acerca a pensar lo que ella piensa, pero es que, joder, cuando la miras te enloquece, juega con tu mente y la hace suya. Sus ojos desprenden el caos en el que vive y no puedes evitar paralizarte porque aunque esté muerta de miedo, ella, subestima a todo lo que teme rompiendo los esquemas de cualquier persona que se acerque.

La llaman “loca” por huir a playas, parques y estaciones con su libro favorito. He notado que se esconde, llora y duerme demasiado, pero a ver, esa chica es sinónimo de arte.
Es una hermosa línea que separa a una adolescente y a una ilusa.

Lo único que me falta decir -para que entendáis mi amor por ella- es que cuya familia es la poesía; su madre se llama “Verso” y a sus hermanas las llama “Prosas”.

divendres, 30 de novembre del 2018

Últimas miradas.


Noche fría, ambiente seco. 3 a.m.
Estoy volviendo a casa y tengo hambre.
Tengo hambre de amor, de besos y abrazos.
Tengo hambre de una llamada o quizá de un encuentro.
Reniego.
Muevo la cabeza evadiendo esos pensamientos y sigo al frente.
Paso por ese banco en el que tú y yo nos sentábamos.
Sonrío y me siento.
Empiezo a imaginar la vida que hubiésemos tenido juntos.
Sería maravillosa. Un chalet, dos perros y quizás un niño.
¡No!
¿Dónde viviríamos? Ah sí, en Madrid.
¡Basta! Tengo que dejar de pensar.
Hubiese sido horrible.
De nuevo, muevo la cabeza, voy a tener que mentalizarme de que ya no estás.
Me voy.
Sigo rumbo a casa, ahora sí (desde que te fuiste) mí casa.
Es de noche. Tengo frío y poca prisa.
Voy observando el paisaje, ¡qué bonita es la vida a estas horas!
Veo una sombra, se parece bastante a ti.
No me lo creo.
Estás ahí, eres tú.
Paso por delante, no puedo caer de nuevo.
Me miras, mi intento de ignorarte es fallido y nuestras miradas se cruzan.
Sonríes.
Agacho la mirada y sigo andando.
Tengo ganas de decirte que te vengas, que nos vamos.
Quiero huir contigo.
Pero no.
Solo tengo que cruzar, estoy llegando a casa.
Me giro y sigues ahí. Saco las llaves y entro.
Noche fría, ambiente incómodo. 3:35 a.m.
Me asomo a la ventana y estás mirándome.
Creo que tenemos telepatía, por qué en ese momento, en el que se cruzan nuestras miradas, siento vacío.
Día cálido, ambiente sano. 10:00 a.m.
Me asomo y ya no estás.
Y ya nunca más estás.

diumenge, 18 de novembre del 2018

Carta a la que dice ser mi madre.

El tiempo pasa y las cosas cambian.
Todo a lo que un día podrías haberle tenido amor, puede convertirse en tu peor pesadilla.
Tener miedo.
Atormentarte.
No poder avanzar, no querer avanzar.
Todo se convierte en oscuridad, una oscuridad espesa que te lleva a la locura, a las noches sin dormir y comer techo todos los días.
Sinceramente, estoy demasiado bien para todo lo que he pasado, para todo lo que me has hecho pasar.
Sólo yo sé como duele, como duele esperanzarse sin motivo alguno por un cambio que no se va a realizar jamás. Y nada de cambios, llegó un punto en el que solamente me bastaba una mejora.

Pero dicen que "árbol que nace torcido, jamás su tronco endereza".
Una pena que tuviera que curarme repitiéndome todos los días lo mismo.
Dejar mis heridas abiertas, por qué tú no tenías el valor de cerrármelas. Y ahora, la cicatriz es la más de mis mayores fuerzas.
Ignorantes.
Que felices eran todos los niños cuando tenían monstruos debajo de la cama, o incluso dentro del armario. Y yo... yo lo tenía en la calle de al lado.
Tenía.
Ahora.. ahora todo sigue igual, y aunque todo está negro, lo tengo más claro que nunca.
Ya no me afecta,
Ya no.

divendres, 9 de novembre del 2018

Me he follado a mi compañero en el baño y le he hecho un striptease a su novia.

Es el cumpleaños de su novio y ella me pide que le haga un striptease.
El me tiene ganas y ella lo sabe.
Me siento rara al principio, no sé si aceptar o no.
La chica rubia que tengo al lado cede para empezar conmigo.
Hay mucha gente mirando.
Están mi compañeros mirando.
Se enciende la música y dejó que ella empiece.
Lo hace muy bien, es una diosa.
Me mira y empieza a bailarme, me empuja y ata las manos a su novio con una servilleta de tela.
Nos miramos y empiezo a bailar.
Todos los gritos de mis compañeros suenan mudos en mi mente porque yo estoy concentrada.
Tiemblo un poco, y ella lo nota.
Me da un azote en el culo y eso me hace revolucionarme más.
Empiezo a ser yo.
Me muevo, me siento una diosa, puedo con todo y este hombre es mío.
Su novia se une y empieza a bailarle a el mientras yo voy a por una botella de tequila. Necesito alcohol.
La chica sube a su novio encima de la mesa, coge la botella de mi mano y pone sal encima de ese moreno.
Empiezo a lamer y lamer hasta que un chorro de alcohol cae por mi boca. Trago y ella me da un pedazo de limón con la boca, lo cual me enciende más.
El chico está inmóvil y nosotras dos no paramos de bailar encima de él.
Poco a poco, coloco un par de chuches sobre partes de su cuerpo, es el momento de crecerme más.
Empiezo desde el cuello y termino por su "v". Esta chica no sabe lo que se le viene encima.
El baile termina y entre olas de gritos ella aclama que soy una especie de reina así que quiere probarme.
Nos alejamos un poco, donde nadie nos ve.
Me sienta en una silla y empieza a bailar.
Yo empiezo a bailar.
Y el striptease comienza ahí.
Me río y ella me abraza.
Todo parece terminado pero cuando me dirijo al baño aparece el.
Me coge rápido de brazo y empezamos a follar encima del lavabo y nos pasamos a la ducha.
Al terminar, salgo como si nada y ella me abraza.
Todo el mundo está mirando, todo el mundo grita que soy la mejor aunque ahora no me lo siento.
Soy una puta barata.
Sigue la noche y parece que he despertado en todos una forma de ser distinta, mejor, sensual.
Nada es raro ya.
Todo es perfecto, y yo, en una cena de empresa, me he follado a mi compañero en el baño y le he hecho un striptease a su novia.

dissabte, 27 d’octubre del 2018

No se cómo ocutarte las marcas que hay en mi cuello.

A veces me siento como una extraña. Voy andando sin rumbo por las calles de Mallorca y a veces no me siento de aquí. Me miro en todos los cristales por los que paso y me doy cuenta de que voy vestida igual que ayer, pero esta vez un poco más rota.

Decidida a comerme el mundo en una noche y acabé en la casa de un tío raro.


Llevo el pelo recogido en un intento de moño, unas gafas de vista que ocultan mis ojeras y hacen conjunto con mis labios medio pintados, un top de manga larga a 24° al Sol, una borrachera del 15 y un montón de recuerdos en los que ahora mismo no quiero pensar.


No debería pensar en ti después de lo que hice anoche. ¿Por qué sigues en mi mente? Necesito buscarte, hoy más que nunca necesito tener tu lado bueno.


No sé cómo voy a ocultarte las marcas que hay en mi cuello.


A veces miro a la gente que me observa y pienso en la imagen que podrían tener de mi. ¿De dónde creerán que vengo? Quizá se piensan que soy una guiri perdida por Palma. Algunos deben pensar que vengo de fiesta, y aunque están en lo cierto se sorprenderían bastante de dónde era el lugar de aquella fiesta. Este es uno de esos momentos en los que te das cuenta de que cada uno tiene su propia historia a momentos. "¿Por qué esa chica está tan triste?" No, estar triste no es mi estado permanente, me ha pasado algo hace menos de media hora, pero tú no lo sabes y lo único que piensas es que voy drogada.


Me subo en un bus rumbo a casa, son las 9:45 de la mañana y mi madre me va a matar.


Toda la gente que está aquí dentro tiene un mundo desconocido en la mente. Hay un señor que me mira raro, una señora que a pesar de sonreírme me hace sentir bastante incómoda. "No soy un bicho raro, joder, solo estoy jodida!" Hay una chica, me cae bien, no puede esperar a hacerse su cigarro de liar y eso me da bastante que pensar, pero ¿Para qué? Si jamás acertaré sobre sus pequeñas historias.


Ha pasado media hora y estoy llegando a casa, espero no haberme olvidado las llaves.


Intento no hacer ruido, pero mi hermano está despierto, el piensa que soy una guarra.


Mientras me desnudo pienso en que él ha visto mi cuerpo, en que ese me ha besado en él y yo no puedo parar de pensar en ti.


Creo que voy a ir a dormir, trabajo por la tarde y antes tengo que pasar por tu casa.


Éste secreto muere hoy en mi cama.